Aguacera

Un anciano transita en el último día de su existencia, las aves se lo llevarán, él les dedica su último canto. Inspirado en el trabajo del pintor mexicano Saturnino Herrán.

En un día normal de trabajo, Posada observa a través de la ventana a políticos, borrachos, esposas, niños y músicos. Su tórculo comienza a trabajar, pero este día no es normal, sus grabados cobran vida, la noche se hace presente inmediatamente y la puerta se abre estruendosamente... Sus grabados se lo quieren llevar.