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PSICOSIS a 65 años

En 1959 y luego de obras como: La ventana indiscreta o Vértigo, la carrera del afamado cineasta británico Alfred Hitchcock llegaba a un punto límite. Con 60 años de edad y tras el exitoso estreno de Intriga internacional, el llamado “amo del suspenso” buscaba una nueva motivación y salir de la presión de los grandes Estudios. Todo ello sucedía justo cuando el escritor Robert Bloch publicaba en aquel año su demencial novela Psycho que entusiasma al cineasta. En un arranque inesperado, Hitchcock decidió filmar una película de terror de bajo presupuesto y ningún estudio apoyó el proyecto, menos aún al observar en el guion que un cuchillo penetra el cuerpo desnudo de una mujer, así que el realizador absorbió el financiamiento.

Hitchcock se vio en la necesidad de hipotecar parte de su mansión para poder producirla. Desesperado por encontrar a una actriz rubia, su esposa Alma Reville le sugirió a la joven Janet Leigh y de inmediato Hitchcock sintió una atracción por ella. El complicado rodaje terminó por colocar a la película Psicosis rodada en 1960 en un pedestal: un fenómeno internacional y uno de los filmes más afamados, aterrorizantes e influyentes en la historia de la cinematografía, y el cual esta semana cumple 65 años de su estreno en Estados Unidos y Gran Bretaña.

La historia real que inspiró Psycho inicia pocos años atrás en noviembre de 1957 en Plainfield, Wisconsin. Dos oficiales en busca de pistas para esclarecer una desaparición llegan a la granja de un tal Edward Gein; una mezcla de pocilga, rastro y catacumba. Ambos necesitaron algunos minutos para recuperarse de la impresión: el cadáver de la persona buscada colgaba de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea. El cuerpo, abierto en canal mostraba unas tripas brillantes y recién lavadas en contraste con esa habitación cubierta de basura, excremento, historietas de terror y fragmentos de piel y huesos humanos que tapizaban sillas y adornaban la casa.

Gein era un sujeto apocado que cargaba con una relación de odio con su madre muerta. Asesino de dos mujeres, necrófilo, caníbal y profanador de tumbas, inspiró a Bloch para formar el perfil sicológico del Norman Bates de Hitchcock; por ejemplo, el ángulo taxidermista de Psicosis fue extraído de la fascinación de Gein por la piel humana y su intento por disecar cadáveres. El Norman Bates de Bloch estaba más próximo al Gein real, no obstante, con la ayuda de Joseph Stefano, el guionista, Hitchcock ahondó en la mente convulsa del protagonista y su universo de pesadilla dejó de ser una granja, para convertirse en un viejo y claustrofóbico motel donde las enfermas fantasías del protagonista se desatan a la muerte de su madre y lo conducen al homicidio.

Psicosis abrió una veta en el género que hasta la fecha se insiste en imitar. Asimismo, consiguió para Anthony Perkins una severa obsesión que lo acompañaría hasta la tumba. La película no sólo irrumpió con un estilo innovador en el manejo de la violencia y la manera de evadir la rígida censura para temas tan escabrosos, sino que supuso el advenimiento de un nuevo cine de horror realista despojado de elementos fantásticos, mostrando a cámara algunos antecedentes del futuro cine gore.

Marion Crane (Janeth Leigh), harta de esperar a reunir el dinero suficiente para casarse, roba la caja fuerte de su jefe y huye de Phoenix. En el camino, decide pasar la noche en el Motel Bates a la orilla de la carretera, propiedad de un joven nervioso y con un gusto por la taxidermia, Norman Bates, quien dice vivir únicamente con su madre. Marion, cansada y agobiada por la culpa toma una ducha que cambiará el destino de su vida y en definitiva del cine mismo.

Psicosis se trastocó muy rápido en objeto de culto cinéfilo. En ello, contribuyó la espeluznante secuencia de la regadera, la caracterización de Perkins, al igual que la escalofriante conclusión en la que Hitchcock confronta al espectador con la doble personalidad de Bates. Psicosis fue el primer filme en donde la protagonista femenina desaparecía a los 40 minutos iniciales, mostraba un inodoro (nunca se había visto en pantalla) y a su vez, presentaba a Leigh semidesnuda en esa celebrada secuencia de la ducha, copiada y parodiada hasta el hartazgo y en la que el cineasta utilizó un montaje frenético. 

Lo curioso, es que el caso Gein inspiraría a su vez a los personajes de otro par de joyas del cine de horror: Masacre en cadena (dir. Tobe Hooper, 1974) y El silencio de los inocentes (dir. Jonathan Demme, 1991). Psicosis se estrenaría en México el 29 de marzo de 1962 en el Cine Chapultepec donde se mantendría a lo largo de 11 semanas.